Pabellón Militar

Arquitecto:
MATHIAS KLOTZ

Colaboradores:
Pablo Riquelme
Rafael Hevia

33°27’13.69″S
70°39’52.27″O
Santiago
Chile

Superficie casa: 2800 m2
Superficie terreno: 84965 m2

El pabellón se ubica en el interior del Club de Campo de Suboficiales en la Comuna de Santiago. Este Club estaba compuesto por un gran número de edificios menores y canchas deportivas, donde se mezclaban indistintamente las diferentes áreas del recinto: Vivienda, Deportes y Recreación. Este desorden generaba situaciones interiores precarias, además de no aprovechar las enormes potencialidades del entorno.
El encargo solicitaba reorganizar este recinto, desarrollando un plan maestro para ordenar las distintas áreas según su función. Se propuso la construcción de una plaza central que reunía las actividades recreativas, reubicando las canchas deportivas en otro sector. Los bordes de esta plaza serían delimitados por dos edificios con capacidad de alojamiento de 400 personas.
El pabellón es la primera construcción de este plan maestro. Consiste en un edificio de alojamiento para 216 personas que debió ceñirse a un presupuesto de construcción muy ajustado.
El edificio es un volumen único de 63 x 12 metros, en cuatro pisos de altura y un subterráneo. El programa se ordena a partir de un primer piso donde son dispuestos los accesos, lavandería y habitaciones. Los tres siguientes pisos alojan las habitaciones, una sala de estar y una sala de TV. En el subterráneo se encuentran las bodegas y sala de máquinas.
El proyecto debía ser de bajo costo, albergar en dormitorios de a dos a los suboficiales, incluyendo un baño por cada habitación, por lo que decidimos que estos serían la estructura del edificio, en torno a una circulación central, iluminada naturalmente por sobre los dinteles de las puertas. Debido a que los baños se encontraban lejanos al perímetro, debimos reforzar la estructura con un pilar de acero 100/100, protegido del fuego por la tabiquería de yeso cartón que divide las habitaciones.
En el nivel de acceso, se elevó 50 cm el nivel interior del piso de la zona de habitaciones, resguardando la privacidad, a la vez que iluminando y ventilando en forma natural el subsuelo que contiene las bodegas y salas de máquinas.
Las fachadas fueron resueltas con un sistema de muro cortina mixto que combina elementos de ventanería con otros de fibrocemento pintados. Al norte se buscó la luz y las vistas al parque, mientras al sur se bloqueó la fachada abriéndola hacia el oriente, buscando la luz del sol de la mañana, las vistas a la cordillera, e impidiendo la vista sobre el edificio vecino, por ser la penitenciaría.